Ayer 30 de enero fue la última función. No en el Petit... que cerró hace más de 10 años.
No importa dónde, importa que era la única y última sala de cine de Santiago del Estero.
Afortunadamente aun quedan las funciones de cine nacional en el teatro 25 de mayo, garantizadas por el INCAA prometidas para marzo de éste año, y las funciones de cine clásico y de autor que propone semanalmente el cine club Meliés en el bar de los cabezones y el cine club La Moviola en el club de Médicos.
Pero esto aún resulta insuficiente.
El cine comercial ha sido para muchos, muchisimos... el primer contacto con el cine. Permitanme hablar de consumo y entretenimiento como primera aproximación a éste arte. Y esto no es poco...
Podemos subestimar o no, los estereotipos de las producciones comerciales, pero también podemos ensayar una crítica a esos discursos... justamente para proponer otros o no proponer ninguno.
Personalmente creo que resulta imprescindible garantizar una política cultural que conciba la convivencia de estos discursos culturales en Santiago del Estero: por más cine nacional, por más cine clásico y de autor, por más cine comercial y por qué no por más y más público para todas las salas.
Post Reflection: Y otro día hablamos sobre por qué los santiagueños prefieren cada vez más alquilar peliculas y verlas en sus casas y no en la sala comercial. Y otro día discutimos sobre el monopolio de las empresas distribuidoras de películas norteamericanas. Y otro día analizamos sobre la escasez o nulidad de propuestas de capacitación para la realización audiovisual en nuestra provincia. Y otro día nos preguntamos si al estado provincial "no le interesa" o si, el cine como parte de su política cultural.
Y así... podemos quizás... hacer algo al respecto.
Por Valeria Bullaude
"La manera más loable de adquirir libros es escribirlos"
Walter Benjamin en Desembalando mi biblioteca" - Ensayo
